Artículo de opinión de Alejandro Cano Martínez, Presidente de la Asociación en Defensa de las Tradiciones de Bous al Carrer C.V. (Publicado en la revista Bous al Carrer del mes de abril).
Casi sin darnos cuenta ha pasado un año, quién nos iba a decir que algo tan diminuto como un virus iba a cambiar tanto nuestra vida. Lejos queda aquel maldito 14 de marzo cuando nuestra casa de convirtió en nuestra cómoda prisión.
Si por algo se caracteriza el ser humano, es por tropezar dos veces con la misma piedra, no ser capaz de aprender de sus errores y repetirlos infinitamente. Si seguimos haciendo lo mismo una y otra vez no podemos esperar obtener resultados diferentes.
El máximo órgano de representación que tiene el bou al carrer lleva desde el 1 de julio sin reunirse, demasiado tiempo, y no será porque no han sucedido acontecimientos desde esas fechas hasta estos días, ese es el interés que demuestran por la situación del sector.
Una tras otra, las reuniones a las que hemos tenido la dicha de ser invitados finalizan con la misma satisfacción, parece que tienen voluntad. Desafortunadamente, siempre se quedan en la voluntad, nunca las apariencias se convierten en hechos. El mundo taurino se encuentra herido profundamente, pero quien pudiera ayudar solo ofrece buenas palabras, que no cambian nada. Cuando una decisión pertinente lo cambiaría todo. el Bou al Carrer se encuentra desamparado, sin padre ni madre ni perro que le ladre.
Solo hace falta fijarse en los datos para darse cuenta del año catastrófico que fue el 2020 y desagraciadamente este 2021, si no se remedia, no será mucho mejor. En 2019 en la Comunidad Valenciana 269 municipios celebraron festejos taurinos, en 2020 únicamente 47.
Tristemente es la realidad de la fiesta, un año sin poder trabajar, ni ganaderos ni todos los profesionales del sector taurino que generan muchos millones de euros, muchos puestos de trabajo, pero, sobre todo, generan una riqueza cultural y social infinita.
La situación es tan complicada, que la Unión de Ganaderos de Levante ha presentado una querella criminal contra la Consellera de Agricultura y Desarrollo Rural, Mireia Mollà, por supuesta prevaricación administrativa.
Cuando en un primer momento se publicó el Decreto 59/2020, de 8 de mayo del Consell, mediante el cual se concedía ayudas a las explotaciones ganaderas afectadas por la COVID-19 se incluía a las reses bravas como beneficiarias de estas ayudas. La sorpresa vino cuando, por una decisión dictatorial y sectaria de la consellera, se eliminó a las reses bravas. Animalismo de boquilla, aquel que prefiere mandar al matadero a ganaderías enteras porque no le gustan.
Por si no era suficiente ofensa, Compromís impulsó en el Congreso de los Diputados una modificación del IVA reducido, catalogando a los festejos taurinos como “considerados como una manifestación de crueldad y maltrato animal, no deberían estar grabados con un tipo reducido”. Esto es lo que piensan nuestros representantes de la tauromaquia.
El camino para la vuelta de los festejos taurinos en nuestras calles todavía será largo, la inoperancia de nuestros gobernantes sumada a la apatía para poner en marcha medidas que faciliten una transición entre la suspensión de festejos y la vuelta de estos se acentúa cada vez más. Están tan acostumbrados a escuchar voces amigas de palmeros que no son capaces de percibir los gritos desesperados de aquellos que tienen en el toro, la forma de ganarse la vida, miles de familias que viven directa o indirectamente del sector taurino, cifrado en 300 millones de euros cada año. Con una crisis económica y social como la que estamos viviendo, un impulso de esta envergadura supondría un balón de oxígeno para muchas familias. Es realmente cruel que les prohíban trabajar y no les den ningún tipo de ayuda. Un desprecio y una falta de respeto a quien nos ha dado tanto, a los guardianes de un tesoro natural de un valor incalculable, se ve que tienen otros intereses.
Que quede claro que tenemos presente la situación dramática que viven muchas familias que todos los días despiden a familiares y amigos por culpa de este maldito virus, siempre vamos a anteponer la salud y no queremos poner en riesgo la salud de ningún aficionado. La vuelta de los festejos debe hacerse de forma progresiva, garantizando la máxima seguridad para participantes y espectadores. La forma más rápida y eficaz es empezar con recintos cerrados, es evidente. Existen unas medidas aprobadas el 17 de julio por la Conselleria de Sanidad para organizar festejos taurinos. ¿Por qué no se permite? No entendemos que se siga perdiendo el tiempo con unas medidas ya aprobadas y que en los festejos que se celebraron el año pasado demostraron su eficacia, ya que no se notificó ni un solo contagio asociado a esta actividad. A lo largo de la península ibérica se están organizando festejos taurinos, ya sea corridas de toros o tauromaquia popular, ¿Por qué la Comunidad Valenciana está a la cola? Siempre hemos sido líderes, tanto en organización como en seguridad. ¿A qué estamos esperando?
Desde la Asociación en Defensa de las Tradiciones de Bous al Carrer vamos a seguir reivindicando la igualdad y respeto que se merece el BOU AL CARRER no vamos a tolerar más ataques contra nuestra forma de entender la vida. Por mucho que quieran ¡No nos van a callar!
¡Suerte y al TORO!