Ojos que no ven, corazón que no siente. No hay más ciego que el que no quiere ver, y con el tema Moncada “los de arriba” han cortado las dos orejas y el rabo. Sólo un tonto puede creer destino de la casualidad que fuese justo el sábado de la semana pasada cuando se publica el DOGV, un día después de cuando debía iniciarse el fin de semana taurino, cuando “los de arriba” (y sólo había que leer noticias) sabían que la semana siguiente los rebrotes iban a ir en aumento. Mientras que en la Comunidad Valenciana puedes hacer cualquier cosa y no paran de llegar aviones con turistas, no puede haber toros incluso con diez mil restricciones. Desde la finalización del estado de alarma, ya podías juntarte con otras muchas personas sin importar de donde vinieran o con quién se hubieran juntado previamente, podías ir al peluquero, al bar y a muchos otros lugares. Pero, sin embargo, sobre los festejos taurinos nadie se pronunció, y la única vez que salió el “tema toros” fue cuando en las ayudas faltaba justo esa palabra. ¿También casualidad de “los de arriba”?
Cuando publicaron todas las restricciones pensaban que con ellas nadie querría hacer toros, y casi aciertan, la mayoría de las localidades optaron por lavarse las manos e irse de vacaciones a la playa y a los chiringuitos (allí no te contagias), pero lo que no sabían es que en Moncada iban a encontrarse unos chavales con mucha afición y coraje que iban a tirar para adelante.
Mientras en Añover de Tajo, Torija, Torres de la Alameda, Ávila, Brihuega, Almoguera o El Espinar anuncian festejos populares, en la Comunidad Valenciana “los de arriba” no lo permiten.
¡Una injusticia en toda regla!